Los Cronocrímenes (2007) de
Nacho Vigalondo no es sólo una película, es un gran juego. Con ello no me refiero al juego de internet que se realizó, un magnífico ejemplo de campaña viral, y al que por cierto jugué un tiempo (aún estoy a la espera de que me traigan la camiseta porque hubo problemas con el envío). Me refiero a que en sí, la película, es un juego divertidísimo, de estos que no quieres que se acaben.
Si hay algo positivo de la película es que no te aburres. No puedes, no tienes tiempo para ello. El cerebro se te activa de una forma que empiezas a pensar en esto y aquello, a conectar lo uno con lo otro, y en la orgía neuronal que se produce no hay lugar para el bostezo. Siempre está pasando algo en pantalla que te obliga a pensar, a jugar, sin que te puedas rendir.
Al guión no se le pueden negar las horas. Hay mucho tiempo detrás de todos esos acontecimientos y de la complejidad de las situaciones que se nos presentan. Quizás ese sea el problema que se le pude achacar, y es que todo lo que se le ha dedicado a lo que pasa olvida por el camino a quien le pasa. Los personajes y lo que dicen es indiferente, apenas te preocupan. Las actuaciones adolecen por eso mismo, no se les da juego y quitando el personaje protagonista,
Karra Elejalde, los demás o aparecen poco o actúan mal (porque Nacho, aún no sé si es que querías que tu personaje fuera así de particular o es que no pudiste hacerlo de mejor forma). Cualquier problema del que adolezca la película en este aspecto se ve de todas formas compensado porque
la verdad es que da igual. Te lo estás pasando muy bien con el juego como para fijarte en esos detalles más de lo estrictamente necesario.
Antes de entrar a la sala uno espera humor, no se sabe si por culpa de la momia rosa o de haber visto y leído cosas de Vigalondo antes. Como en otras de sus obras, humor hay, y de la misma forma no es de este que se basa en chistes, homenajes y parodias, no es nada de eso, no se podría jamás clasificar a esta película como "comedia". Simplemente, el absurdo se nos presenta por necesidad de la historia, lo que nos cuenta tiene gracia sin ser gracioso. Si habéis visto 7:35 de la mañana (2003)
[aquí] o Choque (2005)
[aquí], sabréis a qué humor me refiero.
Estoy ansioso de que salga el
DVD en edición especial, en diciembre, porque es de esas películas que por la forma en que se cuenta, al volver a verla con toda la información, modifica por completo el cómo la ves. No es simplemente ver la película sabiendo lo que va a pasar, es algo completamente distinto, que por poner un ejemplo se me viene a la cabeza Memento (1999). Pero además, el DVD también contendrá un audiocomentario de Vigalondo y según parece, la película con montaje en orden (o eso intuyo yo que será "Montaje Lineal") y por supuesto, el cortometraje "7.35 de la mañana".
Ya antes de haberla visto casi lo daba por hecho, pero considero que habría que haberle echado un par de huevos y que hubiera sido la elección más sabia para el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Además ya ha recibido su buena crítica fuera de España, habría sido la mejor opción, quizás la más atípica y arriesgada, sí, pero sin duda más llamativa que "Los Girasoles Ciegos", y desde luego, más entretenida. Nacho vuelve a dar "una lección de cine" a los españoles. En este caso, no sólo aplica
"Una lección de cine" a la perfección, sino que además, añade otro aspecto: hay que arriesgar, quizás te pegues una ostia muy grande, pero quizás pase todo lo contrario.
Por cierto, fui a verla a un "cine cultural", de estos que no venden palomitas, tienen poca publicidad y una única sesión que en este caso era un jueves. Su mayor ventaja es que está cerca de mucha gente cuya otra única opción sería un viaje de 30 minutos ida y otros 30 vuelta. Ya sólo el saber que vas a ver una película y no tardas ni 10 minutos entre ir y venir, es una gozada. Saber que sólo cuesta 3€, otra. Y la práctica seguridad de que la gente no va a molestar, una más. Cabe señalar que el cine estaba relativamente lleno (sobre todo teniendo en cuenta que era un jueves a las 8 de la noche), y había bastante gente mayor que de primeras pensé que no era el público potencial de esta película, aunque no pareció disgustada con ella una vez acabó. Que hubiera tanta gente para ser un jueves, a una hora cualquiera, y con gente que no parece público principal de la película,
refuerza mi idea de que se hizo mucho mal alejando los cines del público.
Vídeo "Una lección de cine" de Nacho Vigalondo: