martes, 9 de septiembre de 2008

La ciencia del sentido común (I): lo que ya sabíamos

Dividiré esta entrada en dos, por temática y por longitud, mejor no ser pesado. La de hoy, con algunas cosas más obvias, que está bien saber pero no tienen mayor trascendencia social. La del próximo día, con lo que me mosquea un poco más, pero al mismo tiempo me alegra que sea así, con una carga más sociocultural ("La ciencia del sentido común (II): lo que no imaginamos falsado").


Estaba leyendo un libro en el que comentaba, en relación al apoyo social: "los estudios que se han realizado durante las últimas décadas han mantenido la hipótesis de que el apoyo social tiene efectos beneficiosos en la salud física y mental de las personas". No creo que a nadie le resulte raro, y como yo, muchos pensaron -"Ya, ¿y para eso hace falta mucho estudio?"- Y la verdad, pues sí, hace falta. Demuestran cosas que son un poco obvias de antemano, a veces me resultan de perogrullo. Pero es lo correcto después de todo, la ciencia debe demostrar qué es y no cierto de aquello que pensamos, y no todo van a ser descrubrimientos revolucionarios. Además, resulta gracioso si uno se pone a pensar que, aunque no lo reconozcan, sus hipótesis no son más que frases célebres, dichos... ¡están falsando el refranero popular! Y bien que hacen, por norma general no soporto los refranes, y algunos, aunque tengan razón (la gente los suelta para todo, por soltar).

Por eso, cuando niegas algo que todo el mundo creía obvio es perfecto, para lo que realmente está la ciencia, eliminar otra falsa creencia en la que todo el mundo confiaba. Pero cuando resulta cierta es un poco inevitable pensar "eso lo sabía Aristóteles hace 2.300 años y no tenía ni calculadora, bueno, no tendría ni ábacos". Lo más triste, es que la gente normal siempre le va a hacer más caso al refrán que a lo que demuestre el mejor científico del mundo, o muchas veces no le hará caso a ninguno de los dos.

Pero lo que sí que creo es que, al menos, podrían mencionarles ¿no?, en agradecimientos. Sería un detalle.

· Hipótesis: "Mens sana in corpore sano" (Juvenal)
Hipótesis alternativa: "Mens sana ≠ corpore sano"
Este hombre no necesitó comparar el estrés ni los trastornos mentales con la longevidad, ni el ejercicio con la mejora del estado de ánimo, ni muchas cosas similares que se estudian todo el tiempo. Simplemente dijo algo que lo englobaba todo a la perfección (y en latín): la salud está en el equilibrio mente/cuerpo. Qué menos que un "Agradecimientos a Juvenal" al inicio de esos artítulos o ponerle en la bibliografía. Pero no, mejor adjudicárselo todo a ellos. Qué egoísmo...


· Hipótesis: "Más vale solo que mal acompañado." (Refrán popular).
Hipótesis alternativa: "más vale mal acompañado que solo"
Refrán demostrado científicamente, gracias a Julianne Holt-Lunstad, Wendy Birmingham y Brandon Q. Jones, en su estudio "Is There Something Unique about Marriage? The Relative Impact of Marital Status, Relationship Quality, and Network Social Support on Ambulatory Blood Pressure and Mental Health." Para más datos, el estudio hace una estadística en la que se comparan las tensiones arteriales de tres grupos de sujetos: casados felices, casados infelices, y solteros. A más tensión, peor salud cardiovascular. Los resultados fueron que lo mejor de todo es estar casado si es un matrimonio feliz, ahora, si este no es el caso "más vale soltero que casado infelizmente".

· Hipótesis: "La pobreza es la madre de la revolución y el crimen" (Aristóteles)
Hipótesis alternativa: "La pobreza no tiene relación con revoluciones ni crímenes"
Está también lleno de estudios en los que se calcula la riqueza de distintas zona y se compara con el número de delitos, la gravedad de estos y el tipo, la formación de bandas, características de bandas... pues nada, Aristóteles no necesitó hacer ni una suma, sólo tuvo que observar a su alrededor (y sí, cierto, ser una de las mentes más brillantes de la historia).

1 comentario:

Mister Lombreeze dijo...

Muy bueno el artículo. Como me demuestres científicamente en el próximo post que "A quien madruga dios le ayuda", me matas. Primero porque no me gusta madrugar y segundo porque no creo en dios.