sábado, 6 de septiembre de 2008

¿El buen cine te plantea preguntas?



-Si en la sala somos cuatro nada más, el día del estreno, con lo mala que es y teniendo en cuenta cómo hablaremos de ella... ¿cómo van a pagar el vestuario?
-Si la viera con un parche en el ojo, ¿me parecería sólo la mitad de mala?
-Si es una película española, sobre acontecimientos históricos españoles, con gran parte de los actores españoles... ¿por qué está doblada y mal doblada? ¿Es para que nadie suene más doblado que otro? ¿Es para que Jordi Mollà destroce absolutamente su propia actuación?.
-¿Por qué los tres actores del póster son los que menos aparecen?
-¿Por qué no estoy viendo "Hellboy II", "3:10 to Yuma" o "Los girasoles ciegos"? O "The Dark Knight" otra vez, o "Wall·E" otra vez.



Y quizás la más importante, ¿para qué veo trailers? El de "La Conjura del Escorial" (ver aquí) tenía buena pinta, pero la película, ha sido soporífera, inútilmente larga y con un planteamiento bastante confuso. Pero no es mi peor relación de hoy con los trailers, ya que antes ponen el trailer de "El niño con el pijama de rayas", película que no quiero ver antes de leer el libro, y me ha parecido demasiado revelador (ver aquí, si no te importa). Tanto que a la mitad me he empezado a mirar al paquete ya que no tenía nada más a mano, con tal de no mirar a la pantalla. ¿Por qué esa obsesión por revelar tantas escenas? En serio, los trailers no deberían mostrar cosas que pasaran más tarde de los 30 minutos. A veces revelan tantos detalles que dan ganas de ir directamente a imdb a puntuarla. Lo mismo pasa con muchas películas cómicas: "¿podrías guardarte algún chascarrillo para cuando decida pagar por ella? Gracias."

¿Qué merece la pena en "La Conjura del Escorial"? Bueno, además de el trailer, el vestuario, la ambientación, y saber que el único actor español que existe que sabe doblarse bien a sí mismo es Juanjo Puigcorbé, que hace además un Felipe II muy digno... nada. El póster también es una chufla además, no encontraron un diseño más simple, menos informativo, ni tampoco una forma más forzada de meter una espada en el título, recurso de por sí ya bastante agotado.


Y por comentar algo más sobre la promoción de "El niño con el pijama de rayas". Su póster ya es otra cosa, a mí personalmente me encanta. Hizo que me fijara en un libro cuyo título jamás me había interesado, aunque ahora, conociendo el planteamiento, tengo que reconocer que es apropiado. Pero el cartel ha conseguido lo que no ha conseguido el título y la agradable sencillez del diseño de su portada. Dos niños, separados por una verja... que es algo más que una verja.


P.D. ¿No os parece interesante la foto en la que parece que una manada de periodistas estén entrevistando al mismísimo Felipe II? Esa mezcla de pasado y presente en una foto accidental.

2 comentarios:

Soundtrack dijo...

Encantado quedo con este post. Me sabe fatal caer en el tópico de que pocas pelis españolas son "buenas"... incluso hasta me da algo de pena, pero es que parece que aquí no sepamos hacer cine que llame al público (que no sirva únicamente para que los críticos de los periódicos cobren por su trabajo)...

Por otra parte coincido que el cartel del "niño del pijama..." es fabuloso... diáfano y claro... así da gusto, oiga... Eso sí, conociendo el argumento, no tengo intención de leer el libro ni ver la peli... Además, ya me han chafado el final... :-P

Javier Chacón dijo...

Cierto que a veces duele un poco, pero porcentualmente tiene su razón. Ahora, las que son buenas saben a gloria, quizás sea porque uno no se las espera. Lo peor no es que sea mala o no guste, es que, ni siquiera se le nota la intención.

Las mejores, ni las anuncian, me enteré yo de la existencia de la maravillosa "La Ciudad sin Límites" accidentalmente, y otras las anuncian hasta en la sopa de letras. Horrible el marketing aquí, horrible.